sábado, 14 de abril de 2012

La flor de mi secreto: Sufrimiento emocional

Paco (Imanol Arias) y Leo Macías (Marisa Paredes)
"La flor de mi secreto" es una película española escrita y dirigida por Pedro Almodóvar en 1995, protagonizada por Marisa Paredes, Juan Echanove y Chus Lampreave, entre otros.

Las escenas de la ruptura sentimental (más bien de la confirmación de esta ruptura, que en realidad ya llevaba tiempo muerta) entre Leo (Marisa Paredes) y su marido Paco (Imanol Arias) son muy reveladoras.

Al final de todas las humillantes situaciones a la que ella se ve expuesta, ignorando heroicamente toda evidencia, todavía todavía se dirige a él una última vez: "¡Paco! Yo soy muy burra y a veces no me entero, o sea que te ruego que respondas de una puta vez ¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro?". Ante la predecible negativa de su (ex) marido, finalmente Leo tiene que dejarse caer en la depresión que la lleva a un intento de suicidio. Desde aquí denunciamos la falta de sensibilidad y recursos de asistencia ante tales situaciones críticas, teniendo en cuenta de que es obvio que la persona se siente humillada, y la vergüenza y la rabia le impiden pedir ayuda.

Leo hundida sin paliativos en el momento de la ruptura

No menos interesante son las secuencias en las que Leo se relaciona con su madre (Chus Lampreave). Ciertamente la dependencia es una dinámica en cierta manera heredada, que ya viene de tiempos de la abuela (que según dicen se volvió "loca"), luego sus tías, y ahora la madre vive continuamente deprimida, sintiéndose amenazada por todo a su alrededor. Ciertamente no es una ayuda para su hija, con frases como "pues no creo yo que en la guerra esté mejor atendido que en su casa" (refiriéndose al esposo militar de su hija que de hecho se ha ido por no verla), o "tan joven y ya estás como vaca sin cencerro, perdida, sin rumbo, sin orientación" (al enterarse de la ruptura de esta), y para rematar, más adelante, con un "¡Ay, hija mía! con lo que me costó sacarte adelante". Aún así Almodóvar en una posible muestra de complejo materno le da a ésta el papel de salvadora.

La madre (Chus Lampreave) lamentándose a su angustiada hija

Leo pasa al final de la película del papel de "víctima" al de "dominante" sobre el personaje de Ángel (Juan Echanove), que siente dependencia hacia ella. Se cambian las tornas, pero en ningún momento no se plantea la cuestión de responsabilizarse del vacío que hay en sus vidas, que es lo único real y ajeno a las construcciones de Leo, que es escritora.

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