martes, 3 de julio de 2012

Quiero que me quiera

¿Qué pasa con la rabia tras la humillación?
Hola, escribo para explicar un poco mi situación. 

Pertenezco a una asociación de ayuda a las personas sin hogar en la ciudad de Vigo. A ella acude un señor también y le conozco hace años. Un día le envié un mensaje  diciéndole que a veces había querido acercarme a él pero que me parecía algo esquivo. Respondió bien, dijo que tenía razón,  y se disculpó. Así empezó todo. Como parecía que no me hacía mucho caso, le envié un mensaje diciéndole que sería mejor que no le molestase más y entonces respondió diciendo que podíamos quedar....Esto creo que me marcó:  lo interpreté como que él vio que me iba a perder y reaccionó al instante, viví esto como una llamada de socorro y se activó en mí el chip de "salvadora".

Quedamos una primera vez, después tuvimos contacto por e-mails, hablábamos de asuntos que no eran personales y tardó meses en que volviéramos a quedar. Yo ya tenía en mente que él debía ser muy tímido, con problemas de comunicación, miedos...pero que le interesaba, que le gustaba. Yo en realidad a veces dudaba de si era mi tipo pero me sentía ligada a él, creía que si yo me apartaba le haría daño y soy muy sensible a lo que los demás quieren de mí, me cuesta pensar en lo que yo necesito o quiero y a veces ni lo sé.

Se convirtió él en mi centro, siempre pensaba en él, y aún es así, consultaba a diario algún oráculo (por ejemplo un tarot gratuito por internet) preguntando "que siente por mí", "voy a tener una relación estable con..." y así alimentaba y alimento aún mis esperanzas. Empezamos a quedar, intimamos bastante, los encuentros si los analizo no me hacían muy felices, había una barrera, una distancia, no me sentía muy escuchada, no me preguntaba por cosas personales, cuando se iba se despedía con un "seguimos en contacto". Se fue de viaje por trabajo durante quince días y no contactó conmigo, dijo que se le acabó la batería del móvil.

Pero por otro lado yo había visto como se ponía nervioso en mi presencia, incluso la gente le dijo que qué le pasaba, que estaba como en otro planeta. Pero después él dejaba mucho espacio de un encuentro a otro. Cuando volví de las vacaciones  se distanció de mí,sin motivo, era muy doloroso ver como pasaban los días y no proponía quedar, su silencio no podía aceptarlo. Seguía consultando el tarot, era mi refugio, el único que me decía algo ya que él no se comunicaba conmigo ni me expresaba emociones.

Aún sigo así, mirando el correo con la esperanza de ver un e-mail suyo que iluminaría mi día y creo aún que reaparecerá, pero: es esto lo que quiero? Me quiere, creo que sí, pero me quiere mal. Merezco algo más, debería dejar de esperar y cerrar esa puerta, decirme: "aunque reaparezca es a mí a quien no me interesa". pero tengo una ilusión, un ideal y él no me ha dado la oportunidad de desidealizarlo, le persigo porque no me hace caso, porque huye. Sé que no es sano para mí todo esto, sé que tengo que cultivar aficiones, distraerme, pues creo que él tiene tanta fuerza en mí porque llena un vacío interior mío, estoy obstinada, quiero que me quiera, me demuestre algo. Como se ha alejado tanto de mí ya ha perdido intensidad todo esto, el secreto es llenar mi vida con amigos, con actividades que me gusten, pues a la mínima, en lo que llego a casa, consulto el tarot para saber algo de él y de lo que siente por mí, es mi consuelo cuando las cartas me dicen que me quiere, que vendrá a mí, etc...en fin,esa película de color rosa, ese sueño de hadas que tengo montado.

Por lo que he leído en el libro de "mujeres malqueridas"  y en el libro de "como romper con su adicción a una persona" de Howard Halpern, me he enganchado a este señor y se trata de una dependencia. Él puede que me quiera pero la pregunta es si me quiere de la forma en que a mí me hace feliz. En los libros explican que podemos engancharnos a alguien que nos muestra indiferencia, a alguien que se acerca y luego se aleja o a otro tipo de persona con cuya conducta sufrimos. Luego aparece la obsesión por conseguir que nos quiera como nos gustaría y nos creemos una "superwoman" que con su amor lo conseguirá. Parece que esto lo hacemos porque en la infancia tuvimos algún tipo de carencia e inconscientemente buscamos de nuevo esa situación dolorosa pero con la idea de que esta vez con nuestro esfuerzo las cosas serán diferentes.


Esta es mi historia, gracias por leerla. Puedes publicar lo que consideres. Saludos y gracias.
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U., muchísimas gracias por compartir tu caso.

He de decirte que te creo. Se que todo lo que dices es verdad, desde tus sensaciones para con este chico, hasta la ansiedad que te tiene enganchada al tarot, incluso el convencimiento de que "mereces algo más", ya que según tus propias palabras no te hace feliz, pero que aun así no puedes dejar de soñar con él.

Creo que es una suerte que tengas el don de poder expresar todo esto como lo has hecho en tu correo. Sigue así, es una buena táctica, sigue escribiendo.

Hablas de que él se muestra inaccesible, pero ¿No sería relacionarte con una persona inaccesible una manera de mantenerte tú también inaccesible? Hablas de cómo es él y de cómo se comporta, pero ¿y tú? ¿qué pasa con tus miedos y tus problemas? Habla sobre esto ¿Es la primera vez que te pasa algo así? ¿Y qué pasa con el "cuento de hadas" que tanto anhelas? ¿qué viene a suplir esta fabulación? ¿Cómo puedes amar a alguien sin amarte y respetarte antes a ti misma? Es cierto, por ejemplo no puedes enseñar a escribir sin aprender tú antes, es lógico. Entonces ¿no seria acusar externamente un vacío que en realidad se masca en el interior? Dices que "me cuesta pensar en lo que yo necesito o quiero y a veces ni lo sé", pero aun así pretendes ser "muy sensible a lo que los demás quieren" ¿No sería esto proyectar en el otro la necesidad que está negada en ti? Dices que adoptas una actitud de "salvadora", y salvar es evitar un riesgo ¿cuál es el peligro y qué estás protegiendo verdaderamente con esta historia?

En el anterior párrafo te he dado unos cuantos temas de reflexión para animarte a ir asumiendo responsabilidades y describir tu proceso, ya sea en un diario, en un blog, mandando correos al grupo o como prefieras. Si te viene el agobio y no lo puedes evitar acepta sufrir "por él" y consultar el tarot, pero cuando ya estés más tranquila, entonces escribe, escribe sobre lo que te pasa, y lee, lee mucho para poder entender tu patología en un contexto más allá de la literalidad de los hechos (él no me ama).

El cometido del grupo de ayuda es sostener tu padecimiento. Esto está ahí y hay gran impotencia, es verdad. Pero también es ayudarte a ver que posiblemente la historia que vives tiene que ver más contigo que con el hombre depositario de tu deseo. Remontar el rio para llegar al origen ya representa un proceso serio de análisis, y para ello estaría bien que buscaras la ayuda de un psicólogo bien informado.

Gracias por tu contribución.