jueves, 18 de octubre de 2012

Resistir el miedo

Buenas Laura,

disculpa que me he demorado tanto en responder, pero hasta ahora no he tenido tiempo de leer tu correo. Mi semana también ha sido intensa.

Entiendo lo que me explicas y el sufrimiento por el que estás pasando. Créeme, yo también he estado ahí y sé que es TERRIBLE.

Frente a esto, como integrante del grupo, creo que deberías atesorar estos momentos porque ahí se encuentra la clave de todo. Seria bueno que cuando necesites compartir nos escribas a todas para que entre todas podamos ayudarte. Confía en que te vamos a poder sostener, ya te sientas como la "buena" o la "mala" Laura ;)

Cómo se vaya a revelar esto en adelante, como un cambio en tu vida, como un cambio en la manera de pensarte a ti misma, es algo que ni siquiera te puedes imaginar. Por eso es importante atender a los hechos, a lo que te pasa, a tus pensamientos, para ver si en algún momento, como en el final de una novela de Agatha Christie, puedes atar cabos y entender lo que subyace en lo que ahora sólo es dolor y más dolor. Que puedas sobrellevar el miedo al hacerlo es nuestra función como grupo.

Te entiendo muy bien y estoy contigo. Espero que puedas compartirlo con nosotros el sábado.

Un abrazo

sábado, 6 de octubre de 2012

Sólo cuando reconoces que no puedes, empiezas a poder

Buenas Aurora,

respondiendo a tu consulta te diré que el grupo se encuentra en formación. Precisamente ahora estamos congregando a los interesados para poder realizar reuniones de ayuda. Seguramente ya habrás recibido un correo para la semana que viene.

No se trata de un grupo de terapia sino de sostén, con la única pero importante labor de atender la patología en sí misma para poder aprender de ella. Por lo tanto no sustituye la necesidad que se pueda tener de emprender un proceso de psicoanálisis con un profesional.

Asistir a las reuniones no implica que se tenga o no se tenga pareja, o como una se lleve con el otro, o en qué momento de tu vida estés. Lo que tratamos es la tendencia a quedar atrapados en ciertas dinámicas, no que actualmente nos encontremos en ellas o no, sino tener la humildad de reconocer y atender la dependencia. El peligro no está en, por ejemplo, ser alcohólico, sino en no reconocerlo, porque entonces todavía no lo puedes atender.

En el manifiesto se hace hincapié en que es un problema grave del cual no hay consciencia social y para el cual no existe un servicio de socorro adecuado, y que al final de cuentas somos los propios afectados que tenemos que salir a la luz, sin miedo a la incomprensión, para poder encontrar la clave.

Como modelo propuse el libro de Robin Norwood, Mujeres que aman demasiado, pero ahora personalmente tengo mis dudas sobre este sistema, que me parece moralista y al servicio de cierta ideología. Por lo tanto propongo que, sin perder de vistas los referentes y experiencias anteriores, podamos planear las reuniones según nuestras necesidades actuales.

Para cualquier otra pregunta aquí estamos.

Un saludo.