viernes, 9 de noviembre de 2012

No podía ganar: Él no me amaba y quizás yo tampoco

Tengo 32 años y por lo menos los últimos 6 años los he pasado tratando de ganar una guerra que de ante mano la tenía perdida. Obvio esto no lo sabía en un principio, siempre pensé que podía hacerle ver a mi pareja cuanto me necesitaba, cuánto valía yo y que sin mí no podía vivir. Esa fue mi eterna lucha hasta que la perdí, me di cuenta que no podía ganar, porque él no me amaba y quizás yo tampoco, simplemente vaciaba en él, todo mi deseo de ser, sí mi deseo de ser alguien, sé que es extraño escucharlo, pero yo no me sentía y aun no me siento alguien. Lo conocí en un momento, como muchos que he tenido en mi vida, en el que me sentía sola, él llegó y me prendí de él, yo sé el preciso momento en el que me "enamoré", fue cuando vi que podía protegerme, que podía estar ahí cuando yo necesitaba de alguien, esta sensación duró poco, él comenzó a mostrarse como era alguien frío, distante, que anteponía su profesión a mí, pero aun cuando no me gustó esto, yo ya estaba prendada de él, no pude zafarme. Así pasaron los años, yo empeñada en cambiarle, en mostrarle lo útil que era, lo buena mujer en la vida práctica y en la cama, y conseguí irme a vivir con él, 

Mi vida en pareja duró dos años, tiempo en el que no pude ser la mujer que él quería que fuera, no era buena cocinera, era floja, me la pasaba perdiendo el tiempo, cosas así me decía él, Y me castigaba no teniendo intimidad conmigo, llegaron a pasar 3 meses sin que intimáramos, en fin. Me convenció que la culpable de todo era yo, sin duda yo tenía fallas, pero no todo era mi culpa, hasta que un día él decidió romper conmigo, así de fácil, me pidió que me regresara a la casa de mi familia, y así lo hice. Desde entonces no lo he visto de esto hace 4 meses, lo que queda de mi orgullo me impide buscarlo. He ido a terapia, pero si bien comprendo mejor mi problema de dependencia, mi baja autoestima, y todo el rollo psicológico que esto entraña, no me siento mejor. Sé que es bueno que ya no esté con él, eso lo entiendo perfectamente, pero no puedo sentirme bien, me falta algo, siento cómo cuando uno camina en un cuarto oscuro y no sabe que va a encontrar en él, siento que me falta algo, que no sé a donde ir. Duermo mucho, no me puedo concentrar, entiendo que tengo depresión, pero la medicina, la terapia, la literatura no me bastan. Traté después de romper con él, de buscar otro hombre, y noto que los mismos síntomas aparecen, me siento ansiosa si no me llama, pienso todo el tiempo si he dicho lo correcto o si he hecho lo debido, etc., me aparecen ataques de celos, en fin.

Yo sólo quiero sentirme bien, quiero estar tranquila, la verdad no sé si un día pueda estar así, quisiera ayuda pero ya no creo en nada, ni en la psiquiatría, ni en la psicología ni en la religión, he perdido la confianza en que un día estaré bien, no soportooooo estar sola, aun cuando mi vida entera lo he estado. Si alguien lee esto y sabe de algún método sea científico o mágico que me pueda ayudar, lo agradeceré.

3 comentarios:

  1. Bravo por tu texto!! Me he sentido plenamente reflejado en tus palabras y esto me ha ayudado a tener una visión más amplia de mi patología.
    Me ha llegado mucho lo que dices de "Esa fue mi eterna lucha hasta que la perdí, me di cuenta que no podía ganar". En verdad creo que hemos tenido suerte al no "poder ganar", porque ¿Quién es el que tiene que ganar? ¿Nuestro orgullo? ¿Nuestro ideal de "ser alguien"? ¿Quién este inalcanzable "ser alguien" al cual no podemos acceder sino es a través de alguien que consideramos que "sí es alguien"? ¿Qué es lo que tiene el poder que legitimizar o dar dignidad a unos y negarselo a otros? ¿No es esto algo terriblemente injusto e infame? Entonces si hemos "perdido" en este juego de "dar la talla", yo al menos, y a pesar de mí mismo, de mis sufrimientos y angustias, me alegro, porque tengo la oportunidad de salirme de este mecanismo macabro.

    Yo tampoco me siento alguien (digno), y como tú dices ni la medicina, ni la terapia, ni la literatura me han salvado. Sí es verdad que esta última me ha dado recursos para articular mi pensamiento (sino no estaría escribiendo esto), pero por mucho que lea o escriba, la tentación de dejarme caer en el descrédito, de abandonar el intento de alcanzar el ideal, de reconocer mi fracaso... Es un vicio que me alivia al mismo tiempo que me engancha y me hace más y más dependiente...

    En verdad creo que la dependencia emocional es de igual naturaleza que otras adicciones como al alcohol, el juego, la droga... ¿Porqué entonces este ostracismo social? ¿porqué los que sufrimos así nos tenemos que ver tan solos? Maldita sociedad, es ella la que está enferma!! Por eso me alegro de haber PERDIDO en este sistema de vida social.

    ResponderEliminar
  2. Por favor,consultad la pagina de Oxigeme del psicologo Manuel Almendro.Es uno de los mejores psicologos del mundo.Su trabajo es profundo,resolutivo,trabaja con la estructura de la personalidad para transformarla.Linda.

    ResponderEliminar
  3. Hola tambièn te puede ayudar la terapia Bioenergètica puedes consultar Alexander Lowen, y tambièn quien trabaja con èste tipo de terapia. Es un proceso largo pero vale la pena llegar a ser libre, lo màs imprescindible "apegarse" a Dios.

    ResponderEliminar